sábado, 2 de marzo de 2013

Errores con olor a tabaco

Camino por las calles de una psicodélica Barcelona cualquier sábado noche y prendo fuego a este cigarro que se consume al ritmo de la rota voz de Dickinson. Sigo firme, adelante, sin rumbo, mientras unos me miran y otros me ignoran. Como siempre. Nada ha cambiado, ni siquiera mi inestabilidad emocional se ha movido de su sitio. Y es que quizás esta mueca de indiferencia aleje toda la mierda, quizás esta capa de frío me proteja del mundo exterior. O quizás esté muerta.Ya sabes, mi cuerpo aún no ha llegado a descomponerse como lo hicieron mis sentimientos meses atrás. Ni siquiera recuerdo con claridad si algún día tuve sentimientos. Tan solo recuerdo borrosamente tus '¡Sal de mi vida, joder!'.. Gracias a Dios conseguí salir entera de tu vida, de ese enorme error que sueles llamar vida. Ese error en el que participé inconscientemente.
Ahora, estaría bien que vinieras a perderte conmigo en estas jodidas calles llenas de drogadictos y prostitutas. Y luego, cogidas de la mano paseando por cualquier estúpido sitio que consideres romántico, que me volvieras a gritar que saliera de tu vida. Seguramente no podrías porque sabes que fui el error más bonito de tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario