viernes, 8 de junio de 2012

No estás sola. Yo estaré contigo.

A veces te sientes sola. Sientes que todos te ignoran. Sientes que quieres irte muy, muy lejos y no volver jamás. Te miras al espejo y sientes el cosquilleo de una lágrima que desciende lentamente por tu mejilla porque odias lo que ves. Crees que las descaradas carcajadas de los demás van dirigidas a ti. Pasas tardes enteras con ese disco de Oasis como banda sonora de tu tristeza. Lloras y lloras teniendo en cuenta que morirás ahogada por tus lágrimas. Sé que es difícil e incluso te resulta imposible expresarle tus sentimientos a los demás. No es fácil fingir esa sonrisa. Sé que te sigue saliendo esa risa nerviosa cuando estás en frente de ellos.
Pequeña, ¿te sientes identificada con todo lo que acabas de leer? Entonces, te sientes sola, pero no lo estás. Cada vez que tengas miedo y te sientas rota, piensa que hay millones de personas en la misma situación que tú. Muchas de esas personas lo han superado. ¿Por qué tú no ibas a poder? Levántate. Por joder. Y demuestrales que tú también puedes ser preciosa a tu manera. Nunca dejes que te pisen, nunca les permitas la satisfacción de verte sufrir.

Cáncer

Fue raro cuando me di cuenta. Estaba ahí, a mi alrededor, incluso se podía respirar en el aire. Me costó asimilarlo. Tarde o temprano iba a irse y yo no podía hacer nada. Me sentí más inútil de lo normal, como si yo fuera la culpable. Puede. Puede que yo sea la culpable de esos 623 kilómetros que no deberían ser obstáculo, pero sin embargo, lo son. Aunque, por más lejos o cerca que estemos, ella te tiene. Te tiene. Te controla. Te castiga. Te hace sufrir. Eres su esclavo y estás condenado a serlo para siempre. Ojalá yo estuviera ahí para acabar con las correas que te atan a ella.
 Pero, calla y escucha, por más lejos que estés, ambos acabaremos ahí arriba. Y entonces, todo será perfecto. Estaremos en lo más alto y ella desaparecerá sin dejar rastro del daño que te hizo. Ahí arriba todo será diferente. Pero, mientras, tenemos que luchar contra ella. Tenemos que atravesar este camino de rosas que nos supone la vida. Tenemos que sentir el pinchazo de esas espinas que se te clavan en las entrañas y no te dejan seguir. Tenemos que enamorarnos de ese dulce olor a rosa. Acuérdate siempre de que podemos. Podemos acabar con todo esto. Podemos acabar con el cáncer.